Campo Viejo

El nombre de Campo Viejo procede de la época del Imperio Romano y más concretamente de la tradición de la cuarta legión del ejército que se asentó en Calahorra. Tras años de lucha, a todos aquellos soldados que conseguían licenciarse con honores tras haber logrado algún triunfo, se les concedía como recompensa una parcela de terreno situado al este de la localidad “Villar de Arnedo”. Desde entonces esta tierra comenzó a ser conocida como Campus Veteranus, y de ahí surgió el nombre de Campo Viejo, que ha llegado hasta nuestros días.

Campo Viejo es una bodega icónica por varios motivos. En primer lugar, fue una de las primeras marcas que puso el vino de Rioja al alcance del consumidor, convirtiéndose en pionero de celebraciones en toda España. También fueron de los primeros en usar la típica botella riojana que más tarde se convirtió en un símbolo para las marcas de la zona. Además, abrieron camino en la utilización de técnicas como “el candil y la vela”, que se utilizaba para comprobar la limpidez del vino.

En cuanto a los reconocimientos, estos comenzaron a llegar a finales de los años ochenta, cuando tras establecerse como marca líder de la región en lo que respecta a exportaciones, Campo Viejo empezó a adquirir fama en las ferias internacionales más importantes. Así, su Gran Reserva de 1978 obtuvo la Medalla de Oro en Vinexpo, un hito que ayudó a poner los vinos de Rioja en el mapa en aquellos momentos.

La bodega actual, que fue construida en el año 2001, también estableció una tendencia en Rioja a la hora de conjugar arquitectura y vino. Se trata de una instalación única en la zona, basada en los principios del desarrollo sostenible y buscando siempre un equilibrio entre enología, arquitectura y sostenibilidad. 

La construcción de la bodega bajo tierra consigue de manera natural las condiciones idóneas para la elaboración y crianza de sus vinos. De esta manera se vuelve a los procesos tradicionales, procurando utilizar todas las ventajas que facilita la madre naturaleza a la hora de vinificar. 

En los últimos años, Campo Viejo también ha intentado conjugar el mundo del arte urbano y el vino. Por eso entre sus viñedos se alza una escultura de los artistas Okuda y Remed titulada Un puente entre cielo y tierra, que ya se ha convertido en un icono de la casa, una intervención a la que le han acompañado distintas acciones en diversos lugares de España con el fin de vincular el nombre de Campo Viejo al del arte más actual.

Respecto al equipo técnico, Campo Viejo cuenta con un equipo altamente cualificado y con una especial sensibilidad por la innovación. Este equipo, liderado desde 2023 por Ignacio López, quien continúa el legado dejado por Elena Adell dentro del grupo, está formado entre otras personas por las enólogas Irene Pérez, Elena Suárez y Nagore Cobo. Todos ellos trabajan a partir de viñedos situados por toda la denominación, cuyas uvas vinifican combinando métodos tradicionales y progresivos capaces de expresar la vitalidad y el color de la Rioja más actual. 

Los vinos de Campo Viejo son respaldados año tras año por algunos de los más importantes prescripciones del sector, como es el caso de la Guía Peñín, compitiendo así en un segmento de precio medio. Además, esta bodega lleva varios años formando parte del ranking que elabora la revista Drinks International, donde se ha llegado a situar en el puesto número 13.

Campo Viejo desarrolla una completa gama de vinos que se divide en Gama Clásica, a la que pertenecen su Tempranillo, Crianza y Reserva; Gama Expresiva, de la que forman parte sus vinos Ecológico, Vendimia Seleccionada y Dominio; y finalmente la Gama Ligera, con vinos más pensados para el disfrute diario. Esta colección representa a la perfección la personalidad de los vinos riojanos al tratarse de un ensamblaje de las tres subzonas que conforman la D.O.Ca: Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Oriental.