Bodegas Gil Luna

Patricia Gil Luna llevaba casi 20 años trabajando con su padre hasta que decidió fundar su propio proyecto. Una bodega pequeña, con viñedo certificado en ecológico, en la que no ha dudado incorporar la más moderna tecnología para ponerla al servicio de la tradición y la calidad. 

En Gil Luna la producción ecológica no es una moda, es una firme creencia en que las cosas se pueden hacer de otro modo. Respetando la naturaleza, trabajando con lo que el suelo ofrece y sin maquillajes... Solo tierra, agua, sol y Tinta de Toro.

Tras un rápido transporte de la uva vendimiada a la bodega, se clasifica en una mesa de selección donde se eliminan hojas, ramas y racimos que no estén en perfecto estado de madurez. Una vez seleccionada la uva, se despalillan los racimos y se lleva a cabo una maceración de la uva a baja temperatura durante la primera semana para favorecer el extraordinario color y la gama de aromas de sus vinos.

La fermentación se realiza durante las dos semanas siguientes en depósitos de 6.000 kgs con control de temperatura. El envejecimiento de los vinos se realiza en barricas de roble francés. En definitiva, se trata de una elaboración que respeta la tradición y que garantiza altos niveles de calidad, potenciando un auténtico sabor natural de los productos.