Miquel Jané

Este matrimonio fue quien compró las primeras tierras y propiedades. El Alt Penedès fue testigo de sus primeros pasos como viticultores y productores de vino a granel.

Por aquel entonces uno de los filones comerciales más atractivos era Cuba. Además, parientes de Antonio y Josefa tenían un negocio de fragatas que cruzaban el Atlántico con frecuencia, por lo que el negocio se antojó, si cabe, aún más atractivo.

Antonia Jané Pascual, tercera hija del matrimonio, se hizo cargo de la bodega y, además, compró y cultivó más tierras. Su labor se vio premiada en varias ocasiones y dichos galardones no recayeron solamente sobre su persona, sino también sobre la calidad de sus vinos.

Durante la Guerra Civil la familia sufrió un largo exilio y tuvo que abandonar la labor vinícola. Años más tarde y una vez volvieron a su tierra, fue Josep Miquel Jané, hijo de Antonia Jané y miembro de la tercera generación familiar, quien se hizo cargo de la bodega.

Más tarde, en 2002, la bodega comenzó a elaborar sus primeros vinos embotellados con el nombre actual de la casa. En la actualidad es la cuarta generación de la familia, encabezada por Bernadette Miquel, la encargada de dirigir la bodega.