Ermita del Conde

La bodega elabora tres vinos: el blanco Albillo Centenario y los tintos Ermita del Conde y Pago del Conde, ambos procedentes de viñedos viejos. Además también tienen una colección llamada El Vuelo, elaborada con cepas más jóvenes y una estética más desenfadada, ya que está dirigida especialmente a un público menos iniciado en el mundo del vino.

La bodega trabaja con unas 20 hectáreas de viñedo, de las cuales las más viejas son propiedad de viticultores de la zona y el resto propiedad de la casa. La singularidad de este viñedo (tanto el propio como el arrendado) es que se sitúa a unos mil metros de altitud sobre suelos muy diversos. Estas dos particularidades permiten obtener vinos sabrosos, apegados a la tierra y con matices muy marcados.

Ermita del Conde trabaja con tres variedades de uva: la Tempranillo, la Albillo mayor y la Merlot, que utilizan como mejorante en algunos de sus tintos. Todas estas uvas se vendimian a mano, se transportan en cajas de 18 kilos y se refrigeran en cámaras frigoríficas antes del encubado. También se hace una doble selección para asegurar una materia prima en perfecto estado.

La utilización de depósitos de inox y hormigón les permiten elaborar cada uno de los pagos de la bodega por separado, preservando las particulares características de cada terruño. Todas las fermentaciones se llevan a cabo de forma espontánea, con levaduras autóctonas. Tampoco trabajan con bombas mecánicas, realizando los 'battonages' de forma manual con el fin de conseguir vinos con mayor volumen.

Otro de los secretos de esta casa son sus crianzas, para lo cual utilizan tanto barricas nuevas como de segundo, tercer y cuarto uso. Igualmente los fudres de madera de gran tamaño son importantes en las crianzas de algunos de sus vinos, que son como mínimo de un año. Acabado este proceso, se dejan en botella hasta que adquieren la personalidad deseada para salir al mercado.

Otra de las señas de identidad de Emita del Conde, al margen de sus esmeradas elaboraciones, es su compromiso social tanto con el entorno rural de Coruña del Conde como con sus familias. Por ello lideran un proyecto de recuperación de viñedos centenarios en base a la uva Albillo, que involucra a viticultores veteranos y a sus hijos, motivo por el cual realizan con ellos acciones formativas en bodega.