La Pondala: Asturias en boca y copa
Voy sentada en un vagón de tren, comienza a refrescar y me rugen las tripas. Mi compañero de asiento también lo ha notado. Atravesamos con velocidad un túnel, y ese terreno árido y llano que llevo observando durante tres horas se pinta mágicamente de verde. Las vacas pastando en un paisaje de ensueño me dan la bienvenida a un paraíso natural norteño: Gijón.
Recién llegada me dirijo a uno de mis restaurantes favoritos. Conocí La Pondala gracias a un amigo gijonés muy amante de su tierra. Me dijo que no podía irme de allí sin pisar este lugar. Ahora siempre que voy repito y lo recomiendo a la gente que verdaderamente aprecio.
Fundado en 1891 por María González, conocida por “La Pondala” a causa de su matrimonio con José Pondal, este restaurante está ubicado en el emblemático barrio de Somió, en la concurrida avenida Dionisio Cifuente. Se trata de un homenaje a la cultura y a la tradición asturiana, al arte de no saciarse y de comer como Dios manda. Con los años se ha convertido en una referencia gastronómica de la ciudad y sus alrededores.
El caserío de piedra está dividido por diferentes comedores y cuenta con un patio al aire libre para disfrutar del buen tiempo y la inmejorable compañía. El espacio perfecto como lugar de encuentro, de rincón íntimo o de reunión familiar.
No te pierdas…
- Su famoso roast beef elaborado con ternera asturiana y un excelente puré de patata como guarnición, sus croquetas y el arroz con almejas.
- Los vinos de la casa. Encontrarás tintos expresivos y blancos frescos de la zona, burbujas finas y, por supuesto, sidras asturianas.
Me gusta por…
- Su apuesta por las recetas de toda la vida como la contundente y deliciosa fabada.
- La estética norteña del local: los techos altos con vigas de madera y un jardín rodeado de hortensias.
Dirección:
Av. Dionisio Cifuentes, 58, Periurbano – Rural, 33203 Gijón, Asturias
Teléfono:
Graduada en Ciencias de la Información por la universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París. De padre español y madre francesa, Laura abraza el arte, la literatura y la gastronomía de los dos países que dividen su corazón. En la actualidad, presenta especial interés por el mundo del vino y todo lo que le rodea, uniéndose así al gran equipo de Bodeboca.