Cañitas Maite: el futuro se escribe desde La Mancha
Los amantes de la gastronomía deben anotar un punto más en su mapa del placer, pero en esta ocasión en un rincón inesperado. Alejado de las grandes capitales y de las regiones de culto, Cañitas Maite despliega en Casas-Ibáñez (Albacete) un derroche de creatividad, ambición y esfuerzo que no pasa desapercibido.
Este proyecto lo lideran dos jóvenes cocineros, Javier Sanz y Juan Sahuquillo, que han causado sensación en la última edición de Madrid Fusión consiguiendo casi todo: premio al cocinero revelación del año, a la mejor croqueta de jamón y al mejor escabeche.
Lo que nos encontramos al leer su carta es un catálogo ideado para el disfrute, con elaboraciones repletas de sabor e ingenio. Platos con garra, como el carabinero con manteca de orza o el corte de avellana y foie, con los que demuestran que si sumas sabor más sabor es un seguro de éxito. La croqueta de jamón es otro de sus sellos de identidad, que sorprende por su intensidad y por una textura interior que explota en la boca. A estas alturas es un mérito ser reconocidos como los autores de la mejor croqueta en un país que cuenta con estas joyas fritas en (casi) cada rincón.
Nadie sabe lo que depara el futuro de la cocina española, pero si hay que apostar por uno de los nombres que van a brillar con luz propia es este. ¡Pongan dirección a Albacete y compruébenlo de primera mano! (Ambien)
No te pierdas…
- Bocados ya clásicos como la croqueta o el ninoyaki de queso manchego
- Reserva un hueco para los postres, ¡son adictivos!
Nos gusta por…
- Una carta de vinos en crecimiento con referencias locales e internacionales. El sumiller Carlos Martín despejará cualquier duda para armonizar la comanda
- La frescura y las ganas de agradar de todo su personal, que se vuelcan con cada comensal
Dirección
Calle Tomás Pérez Úbeda, 6. 02200 Casas-Ibáñez (Albacete)
Teléfono
967 461 054
De Málaga, amante del vino y la comida en general, y de la manzanilla y los torreznos en particular. Publicitario de formación y profesión, dejé el mundo de las agencias de publicidad para entregarme a una pasión: la comunicación del universo vinícola.