Casa Nené: una parada obligada en el Camino de Santiago

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Hace un par de meses decidí embarcarme en una aventura que a muchos nos llama y a otros no tanto: el Camino de Santiago. Ya había recorrido el portugués hace unos diez años, por lo que esta vez me decanté por el francés, la ruta más célebre. 

Empecé en Sarria, tenía 115 kilómetros por delante repartidos en 6 días de caminata, y aunque la introspección, el aspecto de superación y los absolutamente increíbles paisajes que regala esta experiencia son algo que atesoraré siempre, creo que un punto muy fuerte de todo el viaje fue la comida

Y es que en el camino uno come y bebe muy, pero que muy bien. A ver, no es algo sorprendente sabiendo que estamos en Galicia y que aquí la relación calidad-precio a la hora de disfrutar de un plato es casi un escándalo, sobre todo para quienes llegan de Madrid. El menú del peregrino es una de las mejores cosas que se han inventado, sin duda. Pero hoy no vengo a hablarte de eso, sino de una joya que descubrí en mi tercera etapa en la pequeña localidad de Arzúa

En Casa Nené encontré autenticidad, sorpresa y una calidad inmensa. Y es que ni su localización, ni su fachada te hacen intuir lo que estás a punto de vivir. Es sencillo y acogedor, como lo es el propio pueblo, pero madre mía, lo que se disfruta entre sus cuatro paredes. Su carta de vinos es digna de cualquier restaurante de estrella que se precie, y ya no hablemos de su producto. Para quien no lo sepa, Arzúa es tierra de queso y de miel, ingredientes que no pueden faltar en las elaboraciones que aquí se disfrutan. Comida tradicional, con platos reconocibles, pero ejecutados a la perfección y con un toque diferente y personal.

Como soy más de entrante que de postre, lo primero que probé fueron las zamburiñas. Me santigüé tres veces al probarlas, tan delicadas, suaves y tiernas. A esto le siguió un corte de solomillo con salsa de queso de la tierra y pulpo a la brasa con parmentier de patata. Me quedé sin palabras, menudo festival de sensaciones y sabores. Y lo mejor es que todo ello lo disfruté acompañado de uno de mis albariños fetiche, Mixtura Blanco. Y para los golosos, ojito a su tarta de queso. Un espectáculo cremoso y con un punto salino que aunque yo no probé, mi pareja sí. Y si alguien como él, tan fan de las cheesecakes, me dice que está en su top 5, poco más que decir.

Fui muy feliz. Casa Nené fue uno de los grandes highlights de mi camino, una segunda catedral a la que te recomiendo encarecidamente peregrinar al menos una vez.

No te pierdas:

  • Sigo soñando con el pulpo a la brasa. Su punto untuoso, cocido a la perfección unido a la cremosidad del parmentier siguen haciéndome la boca agua. 
  • Su extensa carta de vinos, con referencias nacionales e internacionales, para elevar la experiencia a otro nivel.

Me gusta por:

  • La sencillez en general, tanto del espacio como de quienes lo componen. 
  • Un lugar único en el que dar rienda suelta a nuestro lado hedonista en pleno Camino de Santiago.

Dirección

  • Rua Cima do Lugar 3, 15810, Arzúa 

Teléfono

  • 981 50 81 07
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Nacida en el seno de una familia vinícola, crecí entre las vides de mi tío en la famosa región de Douro. A pesar de ser portuguesa, me he criado en Vigo. "¿Y qué prefieres?, ¿España o Portugal?". Mi respuesta, los dos, soy Ibérica como el jamón. El 'true crime', el arte contemporáneo, la historia, el yoga, las plantas y el vino son mi pasión. Estudié Publicidad y Relaciones Públicas, y realicé un máster de Marketing Online con el que me he enfocado en la Redacción de Contenido. Me encantaría poder vivir en una granja con mi huerto y unas gallinas.