Clara y André, vignerons en Sayalonga
La Axarquía malaqueña ha adoptado como hijos predilectos a una pareja de holandeses que en 1995 se instalan entre sus parajes por razones de trabajo. Como amantes y entendidos del vino, y viviendo rodeados de viejos viñedos, no pudieron resistirse a la tentación de renovar sus abandonados viñedos y comenzaron a producir su propio vino.
¿De dónde viene el nombre de la bodega?
Proviene de una antigua fortaleza en la montaña que está justo en frente de nuestra bodega (al otro lado del valle). En los tiempos de la ocupación árabe, estos pueblos de la Axarquía se llamaban los “pueblos blancos de Bentomiz”.
¿Ariyanas es también un nombre de la zona?
El nombre de nuestros vinos tiene también una historia detrás. Lo tomamos de una antigua aldea del municipio de Sayalonga, que se encontraba muy cerca de nuestros viñedos y donde los musulmanes ya se dedicaban al cultivo de la vid y a producir un jarabe con la uva Moscatel que no era otra cosa que un vino medicinal. La palabra árabe Ariyanas significa además “aromático” un nombre que nos pareció muy apto para nuestros vinos.
¿Cómo es Sayalonga?
Es una zona privilegiada, montañosa, con hermosas vistas al Mediterráneo y la Sierra Almijara, con picos de 2000 metros. Desde el punto de vista vinícola tiene todo lo que buscábamos: suelos duros, esquivos, secos y pizarrosos, con empinadas cuestas, pero con un microclima benigno y amable. Los viñedos son viejos y tienen entre 80-90 años. El cultivo es en vaso por lo que las hojas de la misma cepa protegen los racimos de ser quedamos por el sol del verano.
Los suelos duros y empinados complican la vendimia ¿cómo lo hacéis?
La verdad es que vendimiar aquí no es nada fácil. Las pendientes son empinadas, la tierra seca y dura se desmorona bajo nuestros pies y los bajos arbustos de la planta exigen un constante doblar y estirar para acceder a las uvas ocultas en la sombra. El sol es abrasador porque es muy cálido, muy cercano y demasiado insistente. Pero todas estas dificultades tienen para nosotros una contrapartida: ¡vendimiamos todos los años con amigos y vecinos! Nuestra cuadrilla es de lo más internacional: españoles, ingleses, holandeses… y gente de todas las edades.
Publicista de carrera, sumiller por azar y storyteller nata, en los últimos diez años responsable de la creación de la marca Bodeboca y su exitosa estrategia de contenidos. Hablo más que cato, pero si cato y me enamora una historia, no paro hasta lograr que tú también lo hagas.