Días de vino y chocolate
Cuando pensamos en chocolate y vino, hay una escena cinematográfica recurrente: la del chico que aparece con una bonita caja de bombones y champagne.
En la pantalla pinta muy bien. En la mayoría de las películas románticas – entre otros clichés – nos han hecho creer que el chocolate y el champagne es un maridaje idílico. En la cotidianidad de nuestras vidas, puede ser justo lo contrario y estropearte la experiencia. Si queremos acompañar un buen chocolate de un buen vino lo mejor es evitar el champagne, ya que su acidez no es precisamente la mejor amiga del amargor del chocolate.
No todos los chocolates funcionan bien con todos los vinos. Y además el gusto es una cuestión muy personal, también con el chocolate. Para empezar, si eres de los que siempre tienen chocolate en casa, reserva un poco del vino de la comida para el postre y pruébalo con una pequeña onza de chocolate. La idea es que el vino no anule al chocolate y viceversa, más bien que el vino potencie los recuerdos frutales y de frutos secos que encontramos en los mejores chocolates.
Pero si te apetece la idea de combinar un buen vino – o un buen chocolate como los de Valrhona – lo mejor es que tomes nota de las siguientes recomendaciones.
«Por extraño que parezca, me encanta el chocolate blanco»
Su dulzura y cremosidad irá bien con vinos dulces que tengan gran acidez. Precisamente porque esa acidez del vino limpiará la grasa de este tipo de chocolate. Un Tokaji es una buena opción pero lo es también un moscatel dulce como el Nº 2 Victoria de Jorge Ordoñez. Sin embargo, para los que quieren una propuesta más atrevida os sugerimos acompañarlo de un Pinot noir. (fi-di.com) Los hay de excelente relación calidad – precio como este Henri Pion Bourgogne 2014 o si lo prefieres, apuesta por un gran Pinot noir patrio como el de Cortijo Los Aguilares.
«Soy del club de fans del chocolate negro»
Los que son muy amargos van muy bien con Pedro Ximenez. Si el porcentaje de cacao es más bajo, combinará especialmente bien con tintos basados en Monastrell, en el que destacamos la combinación con el Monastrell dulce de Castaño pero también con tintos variedades como la Garnacha, Syrah o Malbec.
«No me complico, soy de chocolate con leche»
Un cream como el de Lustau por sus toques dulzones y por sus recuerdos de frutos secos puede dar mucha complejidad a un chocolate con leche. También con vinos de hielo pueden resultar fantásticos, por ejemplo con este Gramona Vi de Glass.
* Imagen de portada tabletas de chocolates Valrhona
Publicista de carrera, sumiller por azar y storyteller nata, en los últimos diez años responsable de la creación de la marca Bodeboca y su exitosa estrategia de contenidos. Hablo más que cato, pero si cato y me enamora una historia, no paro hasta lograr que tú también lo hagas.
Reyes 9 febrero, 2017 , 8:22 pm
Muy interesante!