Glögg, un trago caliente memorable
Llegan los meses de frío y las tardes de sofá, mantita y vino pasan a ser nuestro plan favorito. Y aún más si el vino se sirve caliente. Sí, como lo lees.
El Glögg se ha convertido en una de mis bebidas estrella de esta temporada y hoy quiero compartirla contigo. Si quieres quitarte ideas preconcebidas sobre beber vino en caliente este es el momento perfecto para hacerlo.
En Suecia (Glögg), Alemania (Glühwein), Dinamarca y Noruega (Gløgg) es tradición entrar en calor con esta receta reconfortante. Al país escandinavo de pasado vikingo llega de la mano del monarca sueco Gustavo I (1496-1560), gran amante de este brebaje preparado con vino del Rin, azúcar, miel y especias.
A partir del 1600, esta bebida aristocrática se popularizó y adoptó el nombre de Glögg. Sin embargo, hay registros que indican que ya desde la Antigua Roma se elaboraban recetas con vino caliente, llamado por aquel entonces conditum. Durante la Edad Media se dio a conocer el hipocrás, una bebida curativa que consistía en calentar el vino, endulzarlo con miel y condimentarlo con diferentes especias.
Así es, amigo, esta mezcla especiada y aromática ha cautivado siempre a más de un aficionado. En la actualidad, seduce los paladares de varios países nórdicos europeos y es un imprescindible en toda mesa navideña que se precie.
Ahora te toca a ti dejarte llevar y convertir tus encuentros navideños en momentos inolvidables donde el vino y la buena conversación son los únicos ingredientes necesarios. Personalmente recomiendo acompañarlo con galletas de canela o de jengibre. El resultado es indiscutiblemente delicioso.
En cuanto a su elaboración, es muy sencilla y ofrece muchas variantes, pero los ingredientes que no pueden faltar en la receta son la canela, el clavo, la miel o el azúcar, la piel de naranja y de limón, la pimienta negra, el cardamomo o jengibre, y por supuesto ¡el vino!
Ingredientes para elaborar la receta completa:
- 1 litro de vino tinto o blanco
- 10-12 clavos de olor
- 10-12 semillas de cardamomo
- 1 trocito de jengibre fresco
- 1 ramita de canela
- 2-3 trocitos de piel de naranja y de limón seca
- Azúcar o miel al gusto
- Un shot de vodka (opcional)
Una vez tienes preparada la mezcla, lo ideal es dejar todos los ingredientes macerando la noche anterior y antes de servirlo, calentar en una cazuela a fuego lento hasta que el azúcar o la miel se disuelva, y por último, dejar reposar unos 5-10 minutos. Ahora sólo te queda la mejor parte ¡servir y disfrutar!
Graduada en Ciencias de la Información por la universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París. De padre español y madre francesa, Laura abraza el arte, la literatura y la gastronomía de los dos países que dividen su corazón. En la actualidad, presenta especial interés por el mundo del vino y todo lo que le rodea, uniéndose así al gran equipo de Bodeboca.