Quintoelemento: una experiencia envolvente en el Teatro Kapital

|Categoría

Si buscas un restaurante para sorprender en la capital, tienes que pasarte por Quintoelemento. Una innovadora propuesta inspirada en los elementos (tierra, aire, agua y fuego) que combina lo culinario y lo audiovisual creando un lugar mágico. Cuenta con una singularidad, y es que tiene un techo en forma de cúpula que va cambiando de colores y que se abre completamente para ver el cielo de Madrid. 

La gastronomía se define como cosmopolita, con pinceladas asiáticas y latinoamericanas pero conservando la esencia mediterránea, a la que se le suma un sushi bar con bocados increíbles como el nigiri de vieira o el gunkan de ostra y caviar. Además este restaurante puede presumir de una bodega con más de 150 referencias.

Una vez acomodados en nuestra mesa, y encandilados con el techo, comenzamos con varios platos para compartir entre los que se encontraban la parmegiana de berenjena braseada y el falso risotto de sémola con merengue de parmesano. Los acompañamos con Neno sobre lías, un vino blanco a base de Godello con aromas a fruta blanca y un fondo de hinojo. Continuamos con un poco de sushi y la pasta al wok de bogavante, deleitándonos con cada bocado y disfrutando de la armonía de sabores de cada uno de los platos.

Quintoelemento Falso risotto de sémola con merengue de parmesano
Falso risotto de sémola con merengue de parmesano
Quintoelemento
Chili crab del señorito
Quintoelemento
Parmegiana de berenjena braseada

Como principal yo tomé el chili crab del señorito. La suavidad del bogavante, el crujiente del cangrejo de concha blanda y la ligereza del pan, junto con los sabores intensos y bien equilibrados y las diferentes texturas, hicieron de este plato el punto culminante de la comida. De postre el donut brioche con crema inglesa de fruta de la pasión, peta zeta de chocolate y helado de café, cerró la cena de una manera sublime.

+ posts

Nacida en Suiza y con el corazón dividido entre Madrid y Mallorca. Después de licenciarme en Bioquímica en la Universidad Autónoma de Madrid, trabajé en Alemania donde descubrí que me gustaba el vino, que hasta ese momento casi no lo había probado, y comencé a interesarme y formarme en ello (Enotecnia, WSET). Poco después aterricé en Mallorca para trabajar en una bodega, y años más tarde en otra de Italia. Actualmente soy redactora de Contenido de Bodeboca donde sigo aprendiendo de este fascinante mundo. En mi tiempo “libre” soy pianista, viajera empedernida y exploradora de nuevos restaurantes.