Succession: el final de la serie que sabe un par de cosas sobre el vino
A punto de acabarse LA SERIE del año y en vista de que pronto nos quedaremos huérfanos de Gregs, Roms y Toms, de lo que afortunadamente no nos quedaremos secos es de vino, el protagonista de tapado de esta historia de dinero, status, alianzas y traiciones.
La ficción americana lo ha hecho muy bien – y lo sigue haciendo – usando el vino como un elemento indispensable para darse autoamor, proyectarse o para definir status. Alicia Florrick, Claire Underwood y Betty Draper han cerrado enormes capítulos con ese momento en el que llegaban a casa, se descalzaban y ponían una buena botella de vino en la lustrosa encimera de su cocina.
Estoy totalmente convencida de que Succession trascenderá entre las mejores series de la historia junto a míticas como The Wire o Los Soprano pero además, para fortuna de los que amamos el vino y las series, nos ha dejado también curiosas escenas con el vino como hilo conductor de afiladas metáforas.
Hay varias pero para no enrollarme rescato una. Esto es lo que yo llamaría lujo silencioso aplicado al vino. “Me aficioné al vino de súper cuanto tenía 19 años y no puedo remediarlo. Me gustan mis vinos ligeros y ácidos”. Nan Pierce. Capítulo 1 de la temporada 4.
Esta mujer, la némesis de Logan en dinero y poder podría abrirse cualquier vino de más de cuatro o cinco cifras sin pestañear. Suponemos que Nan pasó un tiempo en algún lugar de Francia y allí conoció el “vin de table” lo que nosotros llamaríamos un vino de mesa. Una propuesta de chateo, sin mayores pretensiones, para ser compartido y disfrutado con familia y amigos. Un gusto adquirido, un “estar en el lugar correcto”, en este caso, en nada menos que la cuna del vino del viejo mundo, que muchos nuevos ricos querrían tener como background.
Con dinero puedes puntualmente comprarte una botella estratosférica pero no puedes comprar el saber estar o el buen gusto. El mejor vino no es precisamente el más caro. Es el vino que te encanta, el que te conecta, así sea el de tu pueblo.
Tampoco olvidaremos ya la frase lapidaria de Tom Wambsgans, nuestro particular “cuñado vinícola” en Succession. Ante la posibilidad de entrar en prisión nos dejó un gran titular. Y permitidme que lo deje en versión original ya que se entiende perfectamente: “There are no fine wines in prison”.
Te abrazamos, Tom. De verdad que lo hacemos porque yo tampoco podría vivir sin vino. A partir de ahora, miraré en mi cava y elegiré esa botella que guardaré celosamente para restregársela a alguien por la cara cuando llegue el momento perfecto. Abrazo también a los brillantes guionistas.
Los expertos en vinos hablan
En fin, nos toca ahora despedirnos por todo lo alto de Succession y para ello hemos pedido recomendaciones personales de algunos colegas muy seriéfilos. ¿Qué vino se abrirán para ver el último capítulo?
“Para el último capítulo de Succession elegiría un vino americano, la mejor opción para sumergirse en el ambiente y la historia. Dado que en el fondo la serie trata del vínculo familiar (quizás disfuncional pero… ¿Qué familia es perfecta?) nada mejor que un Bond State St Eden 2016 para tirar la casa por la ventana y darle la importancia que merece este acontecimiento”. Pilar Cavero, mejor sumiller de España 2013 y crítica de vinos.
“El final de Succession hay que verlo con burbujas sí o sí, y para darles un poco en el hocico a los franceses y a los yanquis, ya que para ellos solo existe el champagne, pues unas burbujas de palomino gaditano: Forlong burbuja blanco 2021. Fresco, rico y para beberlo a litros. Y además método ancestral, que está muy de moda”. Javier Cirujeda, codirector y editor del podcast La Picaeta.
“Para enfrentarse al último capítulo de Succession solo caben dos actitudes simultáneas. La del que disfruta como un hooligan de las evoluciones de dos animales venenosos en un duelo a muerte o la del entomólogo que lo observa tomando distancia emocional para analizar el combate. Y esta última aproximación es la que me permite elegir un vino para disfrutar del último episodio.
Cuando el próximo lunes comience el fin y las puertas del Apocalipsis se abran para la familia Roy tendré en mi mano una copa de La Bota de Palo Cortado nº 98 “ Bota NO” de Equipo Navazos, un vino que, al igual que la serie que nos ocupa, no es para todo el mundo. Con una edad cercana a los 90 años, no es un vino de trago fácil, es un vino de meditación, de chimenea, en el que cada sorbo pone a prueba al catador.
Para disfrutar con calma pero con todos los sentidos puestos en la copa, como el último capítulo de Succession”. Alberto Fernández Bombín, periodista, divulgador y bodeguero.
Te echaremos de menos, Succession, pero al menos siempre nos quedará el vino.
Publicista de carrera, sumiller por azar y storyteller nata, en los últimos diez años responsable de la creación de la marca Bodeboca y su exitosa estrategia de contenidos. Hablo más que cato, pero si cato y me enamora una historia, no paro hasta lograr que tú también lo hagas.