The Wine Van: la desenfadada mirada al mundo del vino de un milenial curioso
Pese a que sus asientos inicialmente están “reservados” para ellos, no hace falta ser milenial para subirse a The Wine Van. Todo espíritu curioso y disfrutón, independientemente de la fecha de nacimiento que figure en su carnet de identidad, puede pasar un buen rato con la serie creada por la productora berciana Mil Ojos Producen, disponible en Amazon Prime Video.
Tras el éxito de las dos primeras temporadas en EE. UU. y Reino Unido, la serie llega a España para hacernos partícipes de las aventuras de su protagonista, Ian Chapman, un divertido milenial, interesado en el mundo del vino, que nos sube a su furgoneta para visitar diferentes bodegas de nuestro país y aprender los entresijos de este fascinante universo. Todo ello con grandes dosis de humor, cercanía y poca vergüenza (en el buen sentido de la palabra) y buscando siempre la experiencia en primera persona (¿te suena, querido socio?).
De esta forma, podemos acompañar a Chapman en su periplo y junto a él, vestido de burbuja, descubrir los pormenores de la fermentación en Bodegas Godelia, ponernos de tiros largos para desentrañar los secretos de los vinos de Jerez con Bodegas Lustau o de la mano de Miguel Eguren admirar la minuciosidad que lleva a una firma top como Teso la Monja a la excelencia de los 100 puntos Parker.
En sintonía con su vocación global de acercar el vino a los jóvenes, The Wine Van está rodada en inglés. La duración de apenas 10 minutos de cada uno de sus 22 episodios, repartidos en dos temporadas disponibles, lo convierte en un formato ágil y disfrutable desde cualquier dispositivo y a cualquier hora.
Madrileña de Aluche de cuna y militancia, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y, desde noviembre de 2019, miembro del equipo de Contenidos de Bodeboca. La mayor parte de mi trayectoria laboral ha estado ligada a la información local de mi ciudad en prensa escrita y radio. La casualidad (¿o causalidad?) hizo que cambiara ruedas de prensa, plenos municipales y visitas de obras por historias de bodegas, variedades de uvas y notas de cata con palabras mágicas como sotobosque. Viajar, el mar con los míos, los días soleados, perder la noción del tiempo en un museo y las canciones de siempre de Calamaro, U2 o Bruce Springsteen, son algunas de mis cosas favoritas. Y, por supuesto, si se dan acompañadas de vino, la perfección.