El prestigioso grupo liderado por Pedro Ruiz Aragoneses llega a una de las denominaciones más importantes del mundo con el objetivo de plasmar su visión del vino.
Reconocidos en todo el mundo por su icónico Pago de Carraovejas, han apostado muy fuerte para crear una bodega en el corazón de la Rioja Alavesa, en el municipio de Leza, donde han ido seleccionando parcelas en las que han encontrado inspiración y potencial para elaborar sus tres referencias.
Bajo la protección natural de la Sierra de Toloño han conseguido pequeñas parcelas con diferentes orientaciones, altitudes (entre 500 y 600 metros) y suelos dispuestos en terrazas y pendientes pronunciadas. En la composición de sus suelos encontramos materia franco limosa con alto contenido en caliza.
El objetivo de esta aventura es poner en valor algunas de las viñas centenarias de un lugar único y de gran riqueza varietal. La llegada a Leza no ha sido ruidosa ni estridente, todo lo contrario. Mucho respeto con el paisaje, la cultura, el patrimonio y su gente.
En su colección vamos a encontrar tres vinos que reflejan diferentes expresiones y singularidades, clasificados como viñedo singular (Salas), vino de municipio (Aiurri) y vino de zona (Landua).
El perfil de cada parcela es único, por lo que cada una se vinifica por separado en recipientes de entre 500 y 4.000 kilos hasta el ensamblaje final. Se realizan fermentaciones espontáneas controladas con baja intervención: temperatura y extracciones suaves y controladas.
