Bodegas Landaluce

La bodega, fundada hace casi dos décadas, es la suma del aprendizaje transmitido de padres a hijos durante varias generaciones; y ha sido precisamente la última la que ha puesto a la bodega en el candelero con vinos de corte moderno y de pequeña producción.

La búsqueda de la mejor uva les ha llevado a tener cerca de 30 hectáreas de viñedos, la gran mayoría propios y el resto trabajados según los exigentes parámetros establecidos por la bodega.

La particularidad de Landaluce es que ha apostado desde el principio por viñedos viejos conducidos en vaso para conseguir un gran equilibrio de producción, ya que la profundidad de las raíces de las cepas viejas y su expansión por el subsuelo reducen la influencia de la sequía y de las lluvias excesivas, aportando una mayor complejidad a las uvas.

Laguardia es el lugar donde se encuentran ubicados la bodega y los viñedos. En esta legendaria zona de la Rioja Alavesa la bodega ha apostado decididamente por crear sus vinos con dos de las variedades autóctonas de Rioja, la Tempranillo y la Graciano. 

La selección de los mejores granos, tanto en el viñedo como en la bodega, son indispensables para los propietarios. De esta forma se aseguran de contar con las mejores uvas para elaborar sus vinos llenos de terruño y de verdad. Vinos sinceros que nos cuentan una historia.

La bodega posee además una zona de elaboración rectangular con 22 depósitos de acero inoxidable que van desde los 500 a los 25.000 litros. Estos depósitos cuentan con todas los adelantos para facilitar el trabajo. 

En cuanto a la crianza, en Landaluce se lleva a cabo la trasiega de barrica a barrica cada 4 meses para limitar las impurezas y oxigenar los vinos. Y algo muy importante, el vino se afina unos meses en botella antes de salir al mercado. Así los consumidores podrán disfrutarlos completamente terminados.