Champagne Paul Bara

Aunque el 'domaine' fue levantado en sus inicios como granja, allá por 1860, fue mucho más tarde, a mediados de los años 60 del pasado siglo y con Paul Bara al frente, cuando este se orientó completamente a la viticultura. 

De su mano, en 1975, la bodega logró convertirse en una de las primeras en exportar sus champagnes a EE. UU. En la actualidad es Chantale, la hija de Paul, enóloga y sexta generación de la familia, quien junto a él dirige los designios de la firma. Ambos buscan perpetuar los valores de las maisons tradicionales.

Unos principios que empiezan a forjarse en el cuidado primoroso y exhaustivo del viñedo. Champagne Paul Bara cuenta con 11 hectáreas repartidas en 33 parcelas de suelos de tiza, todas ellas con orientación sur y ubicadas en Bouzy, pueblo clasificado como Grand Cru. 9,5 de esas hectáreas están cultivadas con Pinot noir, mientras que el resto lo ocupa la Chardonnay. Las dos variedades otorgan a sus espumosos un notable bouquet, buen cuerpo, una gran carga frutal y una tipicidad única. 

Todo ello puede lograrse gracias a la práctica de una viticultura sostenible, en la que el uso de herbicidas o insecticidas químicos está desterrado. En la vinificación, apuestan por la rigurosidad en todas y cada una de las etapas del proceso con el objetivo de lograr que, una vez en la copa, los vinos puedan expresar lo mejor de sí mismos. 

Así, la vendimia se lleva a cabo manualmente. Los racimos pasan por dos prensas, una tradicional de madera y otra automática, según la variedad de la uva. Una de las costumbres de la bodega es que nunca se emplean los mostos obtenidos al final del prensado en la composición de sus champagnes. Además la fermentación alcohólica se realiza en cubas de acero inoxidable a temperatura controlada para preservar todos sus aromas.