Charles Fox Wine Estate

Antes de que se convirtiera en un templo de las burbujas sudafricanas, esta zona estaba destinada al cultivo de manzanos, perales y ciruelos. Un lugar idílico, que contaba con las condiciones geográficas ideales para la vid.

Para empezar, sus viñedos gozan de un clima cálido y soleado pero con noches frescas, fundamental para mantener la acidez necesaria para crear espumosos de categoría. Además, las viñas están orientadas hacia el noreste y sur y una altitud entre los 230 y los 300 metros sobre el nivel del mar. Gracias a los suelos de este terruño, que tienen una gran capacidad para retener el agua, el viñedo cuenta con un perfecto equilibrio hídrico. El riego por goteo tan solo se utiliza dos veces al año.

En 2010 esta pareja inauguró su bodega, con una cava subterránea diseñada para la crianza de los espumosos siguiendo el método tradicional, conocido en Sudáfrica como Méthode Cap Classique. 

Expresivas, intensas, estructuradas y gastronómicas, en menos de dos décadas sus burbujas han recibido el reconocimiento que merecen por parte de la crítica y de los fans de los espumosos.