En pleno corazón de Valdeorras, a pocos metros del río Sil, se encuentra Virgen del Galir, un proyecto joven a los pies del Camino de Santiago.
Emplea para la elaboración de sus vinos las uvas procedente de sus casi 20 microparcelas, que raramente exceden la hectárea de extensión.
La altitud de las mismas sobre el nivel del mar, superior a los seiscientos metros, se suma a los clásicos suelos pizarrosos y graníticos de la zona, en forma de bancales, que le confieren al proyecto una identidad autóctona.