Viña Salceda

La historia vinícola de la Rioja alavesa siempre estuvo ligada a la del vino. La implantación de la viticultura en esta zona se atribuye a los romanos.

Hay datos que demuestran que en esta zona donde se ubica la bodega se encontraron restos romanos relacionados con la elaboración del vino, como recipientes utilizados para la fermentación. Esto explica el nexo de unión que ya existía entonces con el vino en la Rioja alavesa.

Entre Laguardia y Elciego, los viñedos de Viña Salceda se encuentran en los términos de La Dehesilla, El Roquial y Valdefrailes. Los suelos sobre los que se asientan los viñedos, plantados con Tempranillo, Mazuelo y Graciano, son fundamentalmente arcilloso-calcáreo, aunque también hay otros tipos de suelos como areniscas, cantos rodados y caliza.

Los viñedos están ubicados en las vertientes sur y sureste, a una altitud de 410 a 450 metros sobre el nivel del mar, junto al río Ebro y la confluencia del río Mayor, donde los vientos refrigeran los viñedos, especialmente en los períodos más cálidos del verano. Este lugar goza de un microclima para el cultivo de la vid, gracias a la coordillera de Cantabria al norte y la de la Demanda al sur, que son las encargadas de moderar las influencias atlánticas y continental-mediterránea.

La bodega

Preservar la calidad de las uvas requiere del mismo cuidado en el trabajo del viñedo que en el de la bodega de Viña Salceda, que cuenta con capacidad de hasta un millón de kilos de uva por campaña.

Las instalaciones están dotadas con 16 depósitos autovaciantes de acero inoxidable y camisas para el control de temperatura durante la fermentación, que se complementan con dos prensas verticales. 

Una vez finalizados los procesos fermentativos, los vinos se almacenan en 7.000 barricas de roble francés o americano, fabricadas de forma artesanal y con un tostado exclusivo para la bodega.