Pedro Yera

Las aceitunas de Sabor d'Oro se cultivan tan solo a dos kilómetros del río Guadalquivir, en la Laguna Grande, la laguna más extensa de Jaén y uno de los humedales más importantes por su estado de conservación. 

Allí, entre los términos de Baeza y Mancha Real, el joven de 28 años Pedro Yera selecciona personalmente las aceitunas de la finca familiar con las que elabora sus aceites de autor.

La variedad Picual, además de ser la más cultivada en Andalucía, es la reina de los cultivos de Sabor d'Oro, que pertenecieron a diferentes personalidades de la nobleza española, como el Marquesado de La Laguna y Viana, durante el siglo XVIII y XIX.  

Las aceitunas cultivadas en estos campos jienenses se recolecta de manera semi-manual, ya que solo utilizan vibradores para que las aceitunas caigan de los olivos.

Además, de ellas se obtiene un 50% menos del aceite que podría extraerse, con el objetivo de garantizar una calidad que ya avala la prestigiosa guía italiana Flos Olei de Marco Oreggia, que reseña los mejores aceites del mundo.