Todos los amantes del vino deberían tener la oportunidad de beber un buen barolo a un precio justo, y gracias a esta bodega piamontesa es posible. [break]
Presentamos, por primera vez en Venta Privada, una bodega situada en el corazón de las Langhe, capaz de elaborar etiquetas que representan a la perfección el alma noble y rural de este privilegiado territorio, ofreciéndonos vinos expresivos, elegantes e identitarios.
La bodega Mauro Molino se fundó a caballo entre los años 70 y 80, en medio de una auténtica revolución enológica que cambió para siempre la cara de esta región. Antaño la viticultura langhigiana se caracterizaba por una excesiva austeridad de los vinos, donde los taninos, muy duros, necesitaban muchos años en botella para suavizarse.
Posteriormente, gracias al impulso de las nuevas generaciones, muchos elaboradores, que hasta entonces se habían limitado a vender uva a las grandes casas de la zona, empezaron a independizarse, embotellando su propio vino, en busca de un estilo más inmediato manteniendo la elegancia y la intensidad típicas del barolo.
Aquí encontrarás grandes vinos premiados con excelentes puntuaciones por las guías internacionales (94 puntos Parker para el Barolo Gallinotto) con un precio que sigue siendo asequible, reafirmando que la función principal de una botella es disfrutarla y compartirla en compañía, y no un bien de inversión.
Pero Mauro Molino no es sólo barolo. No podemos dejar de mencionar su gama de barbera, que siempre ha sido la uva más cultivada y bebida en Piamonte, apreciada por su fragante fruta roja y su viva acidez.
También merecen destacarse los blancos de Chardonnay y Arneis, creaciones frescas y minerales para corroborar que las Langhe no son sólo tierra de tintos, sino un terruño cuyas laderas ofrecen una gran diversidad de variedades.
No siempre es posible descorchar el barolo, por lo que disponemos de dos etiquetas muy versátiles e ideales para el día a día, como son la Nebbiolo y la Dolcetto, dos uvas extremadamente diferentes, pero ambas capaces de acompañar a la perfección una gran variedad de maridajes gastronómicos.
En fin, por suerte existen bodegas que con sus referencias de calidad indiscutible son capaces de atraer cada vez a más prosélitos al culto del vino piamontés, y no puede haber mejor bautismo que una botella de esta colección.