¿Es posible disfrutar de vinos de Pago a precios tan buenos? ¡Claro que sí! Un claro ejemplo son estos dos tintos de Aylés. [break]
En esta bodega, la combinación única de suelos y clima, junto con un proceso meticuloso de adaptación del cultivo de la vid, da lugar a etiquetas con una personalidad singular. Además, su ubicación es inigualable. Enclavado entre majestuosos barrancos y con más de 3.000 hectáreas de extensión, se erige como una de las fincas privadas más grandes de Aragón.
La singularidad de ese entorno hizo posible que en mayo de 2007 la bodega consiguiera la D.O. de Vino de Pago, convirtiéndose en el único pago ubicado en Aragón hasta el momento. Un hito que además reviste una importancia particular en una zona donde el cooperativismo ha estado siempre muy arraigado.
El conjunto, protagonizado por suelos arcillo-calcáreos localizados a una altitud algo superior a lo habitual en la región, un clima continental de extremos sacudido por un viento frío proveniente del norte y los antiquísimos viñedos que posee la finca, son esenciales para crear elaboraciones del calibre de estos vinos.
Hablamos de dos tintos elegantes, intensos y equilibrados capaces de conquistar los paladares de críticos internacionales como el célebre Master of Wine Tim Atkin, que quedó fascinado por las creaciones de la bodega y ha galardonado a su enólogo Jorge Navascués como Winemaker of the Year en su último reportaje.
Nosotros nos unimos al coro y no podemos sino recomendar estos grandes vinos de carácter moderno pero con alma ancestral, originarios de un gran terruño que merece ser descubierto, conocido y saboreado.
El proyecto agroalimentario de Pago de Aylés comenzó su andadura en 1994 con la compra de la finca por parte de su actual propietaria, la familia Ramón.
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