Shafer Vineyards

Dejando atrás su brillante futuro como editor en Chicago, John Shafer llegó al distrito de Stags Leap y, cambiando la corbata y la pluma por el tractor y las tijeras de poda, se convirtió en el gran viticultor que cambió la historia de la región.

 Desde su primera añada en 1978, todos sus vinos muestran el extraordinario potencial de las principales variedades galas en la costa oeste americana. La bodega cultiva Chardonnay, Merlot, Malbec y, en menor medida, otras uvas que dan vida a referencias fascinantes. Sin embargo, es el carácter de la Cabernet sauvignon en el valle de Napa la razón principal que ha convertido a los Shafer en los auténticos gurús de los tintos californianos.

La bodega cultiva 80 hectáreas divididas en varias parcelas sobre los privilegiados suelos de origen volcánico compuestos de arcilla y  grava, un terruño muy similar al de los grandes vinos bordeleses. 

Gracias al clima cálido, moderado por las brisas del Pacífico, sus vinos muestran un perfil más potente, robusto y afrutado que los franceses. No obstante, Shafer logra mantener la fina y cautivadora personalidad de los grandes burdeos y, en numerosas catas a ciegas, los críticos más prestigiosos han pensado que estaban ante las joyas de Château Margaux y Château Latour.

Además de ser un gran visionario, John también demostró su talento creando un gran equipo. En 1983 su hijo, Doug Shafer, subió al trono para dirigir la leyenda familiar. Manteniendo la persistente búsqueda de la excelencia de su padre, ha liderado este proyecto hacia un entorno sostenible. Gracias a sus principios, en la bodega se utiliza un 100% de energía solar, se recicla el agua y se elaboran los fertilizantes naturales.

El enólogo Elías Fernández lleva con la familia desde 1984 convirtiéndose en el hijo adoptivo y parte esencial de su éxito. Su trabajo es tan importante que le dedican uno de sus vinos más célebres, Relentless, nombre que hace referencia a su incansable personalidad.

Shafer no solo es una de las bodegas más admiradas por los críticos internacionales, sino que también es una de las artífices del éxito de California como destino imprescindible para los amantes del vino.