Esta bodega intenta expresar con la mayor pureza posible el entramado de viñedos que se encuentra en la antigua tierra volcánica del Etna.
Un lugar extremo con una climatología que lleva al límite a Tenuta delle Terre Nere para una correcta y precisa gestión del viñedo. De esta forma son respetusos con el fruto en bodega, expresando el carácter de su mosaico de terruños.
Trabajan con lo que la naturaleza le aporta y lo que su sensibilidad, experiencia e imaginación les inspira. La finca está situada en la cara norte del Etna, entre las colinas que se extienden entre Solicchiata y Randazzo a través de 45 hectáreas. Sus viñedos se sitúan entre los 600 y los 1.000 metros de altitud y la mayoría tiene entre 50 y 100 años.
Desde el primer año de elaboración quisieron definir esta zona del Etna como la "Borgoña del Mediterráneo", al ser la excepción a la regla de Sicilia, con una nivel de precipitaciones de entre seis y diez veces superior a la media siciliana.