Clos d´Agon

En 2006 se inauguró la nueva bodega diseñada por el famoso arquitecto Jesús Manzanares, que no solo ha mejorado su fachada exterior, sino que también dispone de instalaciones más modernas en su interior. Salas de vinificación con depósitos de acero termoregulados y salas completamente climatizadas cumplen con los requisitos más exigentes de calidad. Y así debe ser, pues los propietarios suizos finalmente consiguieron contratar para la creación de sus vinos al viticultor y enólogo Peter Sisseck, entre otros autor de excelentes vinos como Pingus.

El terroir

Calonge es un pequeño pueblo pintoresco situado en la Costa Brava catalana, muy cerca de la frontera francesa. Un poco hacia el interior, a 100 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el pago Clos d’Agon, en una meseta perfecta para el cultivo de vides.

El clima mediterráneo y una precipitación media de 600 mm/año, así como las refrescantes brisas procedentes del mar mediterráneo situado a pocos kilómetros, se complementan perfectamente y evi­tan las temperaturas extremas que podrían influir negativamente en los viñedos. Gracias a este clima, aquí se pueden utilizar menos productos para pulverizar las cepas, lo que resulta positivo para los vinos producidos en esta finca.

Un gran vino se hace en el viñedo y no solo en la bodega. En Clos d’Agon, las condiciones para ello son ideales: las vides crecen en terreno arcilloso y de pizarra, y están situadas mayoritariamente hacia al sur, en dirección al sol. Solamente se plantan 4500 cepas por hectárea, la mayoría son de las variedades Syrah, Cabernet Franc, Merlot, Cabernet Sauvignon, así como Petit Verdot, que se utilizan para el Clos d’Agon Tinto, y 3 hectáreas con las variedades Viognier, Marsanne y Roussanne, a partir de las cuales crean el Clos d’Agon Blanco.