Despacho Mar 7

Así, sus vinos se alimentan del paso del tiempo y de las corrientes de aire sanluqueñas en un edificio con doscientos años de historia. 

Esta casa mantiene un buen número de tesoros ocultos entre los que podemos encontrar amontillados, manzanillas, olorosos y Pedro Ximénez. Incluso, en sus pasillos más recónditos, existen algunos vinos viejos que nunca han salido al mercado, a la espera de brillar con luz propia.