Doña Felisa Chinchilla Wines

Este matrimonio de raíces burgalesas descubrió hace años la ciudad de Ronda y se enamoró instantáneamente de ella, comprobando sus excelentes condiciones para la elaboración de vinos. De esta forma en 1999 fundaron Doña Felisa, una bodega de carácter familiar actualmente ya gestionada también por la segunda generación.

La bodega se encuentra en un paraje conocido como “Chinchilla”, de ahí que esta palabra también forme parte del nombre de la casa. Este paraje se sitúa en las proximidades de la ciudad romana de Acinipo, donde ya en el siglo I antes de Cristo se elaboraban unos vinos que posteriormente se exportaban a otros puntos del Imperio Romano.

El viñedo de Doña Felisa se encuentra a 12 kilómetros de Ronda y a más de 900 metros de altitud, disfrutando de un microclima muy especial. Las lluvias, generosas en invierno junto con la importante amplitud térmica entre el día y la noche, facilita preservar la acidez de la uva. El suelo, franco-arcilloso, retiene la humedad; y el cultivo, integrado, permite cuidar al máximo el entorno.

La elaboración de los vinos de Doña Felisa está basada en una ciudada y limitada producción del viñedo, transmitiendo al vino la expresión del terruño en el que nace. Todo el proceso está controlado y comienza con una vendimia manual y una selección muy exhaustiva de la uva. El resultado final son unos vinos de máxima calidad que aportan una gran carga conceptual y un diseño exclusivo.