Guelbenzu

El origen de Guelbenzu se remonta a 1851 cuando se estableció el pago de impuestos por cántaros de vino vendidos por Martín María Guelbenzu. No obstante, fue el hijo del fundador, Miguel Guelbenzu, quien impulsó a la bodega logrando en 1880 medallas y menciones que pusieron su nombre en la órbita de los comerciantes. 

La historia de esta familia, en constante evolución, empezó una nueva era con la llegada, varias generaciones después, de Ricardo Guelbenzu que en los años 90 creó Guelbenzu Evo y Azul, y el icónico Guelbenzu Lautus.

El éxito de estas referencias reside en la privilegiada ubicación de su viñedo en Vierlas, en pleno Valle del Queiles, en el pago de La Lombana. Sus suelos, compuestos durante el periodo terciario, son pedregosos, de una fertilidad muy baja y un excelente drenaje. Estas características son ideales para el cultivo de la vid produciendo uvas con una magnífica concentración y carácter. 

El clima es el otro factor clave de este singular entorno. Con inviernos fríos y veranos cálidos y secos, las uvas maduran gradualmente y, gracias a la diferencia de temperatura entre el día y la noche, retienen una gran acidez creando vinos estructurados y con una extraordinaria capacidad de guarda. 

La familia Guelbenzu cultiva variedades tanto nacionales como internacionales que se adaptan de manera excelente al viñedo. La Tempranillo, Graciano, Garnacha, Cabernet sauvignon y Merlot son las uvas principales que dan vida a las distintas armonías aromáticas de su colección.

 A partir de unos orígenes centenarios, un viñedo único y su carácter innovador, Guelbenzu ofrece unos excelentes vinos de terruño.