Silvano García

Esta familia ya cultivaba la vid en Jumilla incluso antes de que fuera reconocida como D.O. en 1966. Sus vinos, junto a los de otros viticultores tradicionales, lograron el reconocimiento de esta región murciana como cuna de tintos de máxima calidad y personalidad única.

“Embotellar las historias de esta tierra en cada botella”, esta es la filosofía que persigue la bodega en cada una de las creaciones en el corazón de Jumilla. Hoy, es la tercera generación de la familia quien dirige este proyecto manteniendo el arraigo a la tierra de sus antepasados y adaptando las nuevas tecnologías en la producción para afinar al máximo el carácter de sus vinos.

En este terroir de clima árido y suelos pobres, la Monastrell, variedad que ha puesto en el mapa a la región, expresa su carácter más encantador: aromático, afrutado y especiado en nariz y aterciopelado y ligeramente goloso en el paladar, casi adictivo.

Silvano García, con casi 100 años de experiencia, logra capturar esta seductora identidad en una colección de vinos que exhibe sus distintos estilos: joven, con crianza y dulce. Una serie extraordinaria para descubrir esta peculiar uva.

No obstante, no todo es tinto en esta tierra murciana y los nietos del fundador que hoy dirigen la bodega también dan vida a varios blancos cálidos, aromáticos y concentrados.

Con este tesón, mimo y el fuerte sentimiento de pertenencia, Silvano García pertenece al grupo de productores que han logrado convertir a Jumilla en lugar de peregrinación para los amantes de los grandes vinos.