Estos dos apellidos podríamos añadirlos al nombre de muchos miembros del equipo. Tanto por el cariño que les tenemos como por la maravilla de vinos que elaboran. [break]
María del Yerro y su hijo Javier Alonso han construido un proyecto que se ha consolidado añada tras añada. Una de sus señas de identidad es que lanzan sus referencias con un afinamiento en botella superior a la media, por lo que están en un momento de disfrute óptimo desde que lo recibimos.
Ahora presentamos la última edición de su buque insignia, un Alonso del Yerro 2020 bien puntuado por la crítica, aunque esto ya no es ninguna novedad para ellos. Es la expresión de una Tempranillo interpretada con sensibilidad y finura. Pulido, redondo, sedoso, frutal... lo tiene todo.
Es un tinto ideal para el tiempo que llega. Gracias a las primeras lluvias otoñales podremos ver muy pronto en el mercado un abanico de setas que hacen volar la imaginación.
Por eso proponemos un plan interensante, descorchar uno de los contados magnums que tenemos junto a una cazuela de patatas con níscalos y un punto de cayena. Un plato de cuchara que reconforta y una copa de vino que emociona. A gozar.