Miradas cómplices, pupilas dilatadas, murmullos de aprobación y algún suspiro. Lo confesamos, los vinos de Alta Pavina nos han vuelto a enamorar. [break]
Lo que para muchas bodegas puede ser una suerte de ejercicio de estilo, para ella es su razón de ser. La casa vallisoletana abandera la Pinot noir en España y lo hace con conocimiento, convencimiento, orgullo y buen gusto. La variedad francesa es el sólido pilar sobre el que ya hace casi cuatro décadas se cimenta una bodega que si aún no conoces estás tardando en hacerlo porque te va a sorprender.
Las nuevas añadas que te traemos en esta venta y el relato certero y calmado, al tiempo que las catábamos, de Hugo Ortega, copropietario de Alta Pavina junto a su hermano Diego, prendieron la chispa reavivando el idilio.
Y es que cuando uno sabe lo que tiene entre manos, por muy arriesgada e inédita que sea la apuesta, no solo la asume cuando llega a tus manos, sino que incluso la dobla con trabajo, esfuerzo, pasión y energía.
Así lo hicieron los hermanos Ortega cuando adoptaron el proyecto fundado a mediados de los años ochenta por la enóloga Patricia Díez, y que nació del flechazo por la Pinot noir tras su formación en tierras francesas. Porque, sin olvidar la singularidad propia del terruño, no exageramos si decimos que Alta Pavina es borgoña hecho en Valladolid.
Buscando el clima más frío que requiere, a mil metros de altitud, en plena ‘milla de oro’, reino de la todopoderosa Tempranillo, la delicada variedad gala no se esconde ni se pierde, revelándose con todos sus matices y cualidades: vivaz e impetuosa en su juventud; plena de complejidad y finura en su madurez cincelada por la barrica, pero siempre ligera, fresca, elegante, suave, con mucha fruta y esa acidez necesaria que augura una buena evolución.
Todas las versiones de la Pinot, y bien placenteras, se encuentran aquí, pero hay mucho más. Los clásicos encontrarán también el estilo y la tipicidad de la zona con Verdejo, Tempranillo y Cabernet sauvignon reinterpretados por el buen hacer de la casa. En su justa medida y con el disfrute como meta para que descorches sin cortapisas.
Alta Pavina es una bodega situada en el municipio vallisoletano de La Parrilla, a mil metros de altitud, que elabora vinos muy singulares con variedades foráneas y autóctonas marcados por su elegancia y finura.