The Glenrothes

The Glenrothes es el encanto de lo muy grande elaborado en un lugar muy pequeño pero cargado de historia. [break]

Desde Rothes para el mundo, llegan ocho de los grandes whiskies de la casa pionera de los Speyside single malt. En esta pequeña localidad de unos 1.500 habitantes todo gira en torno al “agua de vida” desde hace un siglo y medio. El paraje es encantador, y sentado en una terraza del pueblo tomando un vaso de cualquiera de estas etiquetas, la experiencia se tornará muy recomendable. 

Las botellas que tienes delante son un festín hedonista, un extraordinario repaso a la historia de esta destilería a través de etiquetas que atesoran muchos años de maduración en el reposo de la parte más tranquila y fresca de la bodega. Un disfrute absoluto, desde el más asequible The Glenrothes 12 Years Old hasta el emblema de la casa y última puesta en acción de la casa, su 42 Years que está llamado a convertirse, si  no lo es ya, en un mito de la destilación escocesa.

12, 14, 18, 25, 30, 34 y 42 no es la combinación ganadora de la Primitiva ni los números de un bingo, es el repaso de lo que representa el envejecimiento para el whisky, la demostración palpable de cómo influye la buena madera en domesticar a la bestia, en pacificar a uno de los tragos más maravillosos que existen. Ésta es la propuesta más completa de The Glenrothes que hemos puesto hasta la fecha sobre la mesa.  

En esta destilería funcional, pero con unos arcos de piedra que se asemejan a las primeras catedrales góticas, se elaboran algunos de los whiskies más destacados de una de las cinco regiones productoras de Escocia, Speyside, en la que se establecieron buena parte de las más afamadas casas especializadas en single malts. En el idítico lugar emplazado en el corazón de la región, y dividido en dos por el río Burn of Rothes, se realiza todo el proceso de elaboración, desde la molienda del grano y su malteado, pasando por la creación de la cerveza primigenia, la fermentación, la destilación y terminando con el añejamiento con tintes españoles, ya que las barricas provienen del Marco de Jerez y en ellas se criaron jereces. Todo en el lugar está muy cerca y parece un pequeño y bucólico pueblito de piedra que nos retrotrae a la alta Edad Media, aunque se fundó a finales del siglo XIX. 

Para que te adentres un poco más en la filosofía que ampara las creaciones de The Glenrothes, debes saber que se centran en lo que han venido en llamar Las Cuatro Esquinas: el agua más pura del río que pasa por la destilería, y que es de su propiedad; una lenta destilación en altos alambiques de cobre que permite que se eliminen más impurezas y el spirit sea más afrutado y ligero; barricas de roble americano sazonadas con vinos de Jerez; y color natural proveniente sólo del paso por la barrica, nunca de colorante de caramelo. 

Ahora ya sabes más de The Glenrothes: su esencia más profunda. Es el momento de probar sus elaboraciones. Calidad a raudales, historia en cada poro, exclusividad y buen gusto. Y lo mejor de todo es que te encantarán.