Morize

Como ya sabes, este es el mejor momento para hacerte, a un estupendo precio, con cinco champagnes que estamos seguros que te van a encantar.[break]

No lo decimos a humo de pajas, lo decimos con conocimiento de causa: los probamos en el seno de nuestro comité de cata y nos provocaron pellizquito, y eso no siempre se consigue. 

Esta nueva incorporación a nuestro catálogo de Champagne hay que tenerla muy en cuenta por su pequeña producción, su idiosincrasia de carácter familiar y su pequeña, pero a la vez surtida gama de espumosos que van desde brut natures, rosados saignée, bruts reservas y brut a secas. Todos muy frescos, chispeantes, divertidos y a la vez plenos de elegancia, con ese ”qué sé yo” que te deja la sensación de querer repetir cuando pasa por el paladar debido a su excelsa verticalidad.  

Los Morize son una de esas familias que desde tiempo inmemorial se dedican al negocio del vino. En concreto, lo tienen documentado desde 1830, cuando ejercían la labor de cosecheros en uno de los mejores terruños de la región de la Côte des Bar, el de Les Riceys. 

La dirección de la casa lo tiene claro. La buena calidad de la uva y una crianza muy cuidada en el seno de las antiguas bodegas cistercienses, de los siglos XI y XII y donde Morize tiene sus dominios, son la base de unos champagnes imprescindibles. Y en el campo son mucho más papistas que el papa en el mejor de los sentidos, el de ir mucho más allá que lo que marcan las reglamentaciones acerca de los vinos ecológicos. 

Ya está todo dicho, ahora te toca mover pieza. Te vas a sentir todo un descubridor, como el que escuchó por primera vez la maqueta de un grupo que lo rompió años después, o el que gozó de Menorca o Formentera sin apenas turistas. ¡Que nadie te cuente lo buenos que estaban los Morize!