Remírez de Ganuza

Fernando Remírez de Ganuza elabora alguno de los mejores vinos del mundo con una elaboración muy propia que integra innovaciones geniales. Siguiendo esta línea y a raíz del éxito de su tinto de maceración carbónica, el Erre Punto - que suele ser de los primeros en agotarse y se consume en el año - surgió la idea de elaborar un tinto de similares características pero que pudiera aguantar perfectamente el paso del tiempo. [break]

Lo consiguió con el Erre Punto Con, un tinto que esconde gratas sorpresas ya que no se trata de un maceración carbónica al uso. En su elaboración, utilizan racimos que conforman “el corazón” de una maceración carbónica, pero con una peculiaridad única de la bodega que consiste en quitarles el raspón. A esos granos de uva despalillada, añaden una proporción de uva fresca de puntas de racimos sin fermentar. El vino resultante se cría en barricas de roble francés de un uso, las mismas que utilizan para llevar a cabo la crianza del Trasnocho. 

Darle tiempo en botella emula a los tintos roble de la Ribera del Duero. El Erre Punto Con es algo como un “joven roble riojano” aunque es difícil etiquetarlo porque reúne lo mejor de un maceración carbónica sin llegar a ser un auténtico crianza. Exactamente 8 meses en barricas de roble francés le otorgan un mayor potencial de guarda sin que por ello pierda sus notas frescas y frutales.

Precisamente lo que más destacamos de este singular vino de Remírez de Ganuza es su frescura y frutalidad pero también sus taninos suaves y buena integración de la madera, que lo alejan de la rusticidad asociada a los maceración carbónica y que lo acercan a un concepto de tinto disfrutable y desenfadado. Recomendado para tomarlo en verano, con platos frescos y livianos, con una reserva de varias botellas y en compañía, porque se os acabará antes de que os deis cuenta.