Descripción

Elegante blanco bordelés que destaca por su versatilidad y su afinidad gastronómica. Elaborado con Sémillon y Sauvignon blanc, el coupage clásico de la región, esta referencia fermenta en barrica y se mantiene durante un tiempo sobre sus finas lías. El resultado es un blanco fresco, intenso, largo y con una atractiva complejidad aromática.

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Blanco
Añada
2018
Grado
13.0% vol.
Variedad
Sémillon, Sauvignon blanc
Origen
Graves

Cata

Vista
Brillante.
Nariz
Fresca, intensa y cautivadora. Regala deliciosos aromas de melocotón, de pera y de limón que dan paso a las sutiles notas procedentes de la crianza sobre sus lías.
Boca
Armoniosa, intensa y compleja.
Temperatura de servicio
Se recomienda servir entre 9 y 12 ºC.
Consumo
Hasta 2034 si se conserva en óptimas condiciones.

Viñedo y elaboración

Superficie
De las 40 hectáreas, 5 son para uva blanca
Suelo
Las uvas de Sémillon están cultivadas en suelos gravo-arenosos y gravo-arcillosos y las de Sauvignon blanc en en arcillo-calcáreos.
Clima
Marítimo.
Cosecha
Vendimia manual.
Vinificación
Fermentación alcohólica en barricas, el 15% nuevas.
Envejecimiento
Crianza en sus lías final utilizando con frecuencia la técnica del 'bâtonnage'.

Opinión de los críticos

James Suckling:

Aromas of cooked lemon, guava, flint and nettles. It’s medium-bodied with bright, tangy acidity. Fresh and precise with citrus notes on the finish. Drink or hold.

Falstaff:

Light yellow-green, silver tints. Very restrained bouquet, white tropical fruit, a hint of grapefruit, subtle meadow herbs. Juicy, fine fruit expression, ripe tangerines, racy acidity, elegant on the finish, a lively food wine.

Decanter:

This wine majors more on stone fruits than citrus. It's a definite gourmet style although still with a punch of freshness running through the core. Good, enjoyable stuff from Dourthe.

Jeb Dunnuck:

Coming from the Graves region south of the city of Bordeaux, the 2018 Château Rahoul Blanc reveals a light gold hue as well as beautiful, vibrant notes of lemon curd, honeyed grapefruit, and crushed rock-like minerality. It's medium-bodied, with bright yet integrated acidity, notable balance, and a great finish. A hidden gem of a white, it has real character and should keep for 2-4 years.