Bodegas Bleda

Actualmente es la cuarta generación de viticultores la que dirige la casa, ubicada en el Valle de Omblancas. Con más de 250 hectáreas de viñedo, la mayoría cultivado en vaso, Bleda es propietaria algunos de los mejores parajes de la denominación de origen.

Estos viñedos se encuentran a una altitud de entre 550 y 700 metros sobre el nivel del mar, y soportan menos de 40 días de lluvia al año, con temperaturas extremas entre estaciones y más de 3.000 horas de sol al año, lo que les permite obtener una maduración perfecta, bajos rendimientos y alta concentración en sus uvas.

Además de la variedad autóctona de la zona, la Monastrell, en Bleda también trabajan con otras castas como la Syrah, la Petit verdot, la Cabernet sauvignon, la Merlot o la Tempranillo. Para los vinos blancos utilizan la Sauvignon blanc, la Macabeo o la Airén. La  mayoría de estas variedades se trabajan mediante una viticultura ecológica.

En cuanto a la Monastrell, la uva reina de Jumilla, cabe destacar que los viñedos de Bleda plantados con esta variedad no se vieron afectados por la filoxera gracias a sus suelos de tipo arenoso, donde este insecto no podía cavar y atacar las raíces de las plantas. En consecuencia, este tipo de vides es puro, sin injertar.

Bodegas Bleda combina las últimas tecnologías tanto en el cultivo de la uva como en la elaboración de los vinos. Tras una rigurosa selección de los frutos, estos se vinifican en condiciones óptimas y envejecen en barricas tanto de roble francés como americano procedentes de las mejores tonelerías. De entre toda su gama, destaca la llamada Pino Doncel, nombre que procede del típico pino mediterráneo que se encuentra rodeando los viñedos de la casa.

La mayoría de los vinos de Bleda han obtenido recompensas y menciones los principales competiciones internacionales: Concours Mondial de Bruselles, Berliner Wein Thophy, Asia Wine Trophy, Gilbert & Gaillard, Bacchus o IWSC; así como altas puntuaciones en las principales guías vinícolas del mundo.