Bodegas Ismael Arroyo

Este bodeguero se ha servido de la tradición para la elaboración de sus vinos. Sus antepasados, hace ya cuatro siglos, se dedicaban a este oficio, por lo que han podido perfeccionar su metodología a lo largo de todos estos años.

La bodega conserva un documento que acredita la consecución de un premio en el “Gran Concurso de Vinos Tintos y Claretes de la Ribera del Duero” allá por 1948. Quien lo consiguiera fue Elpidio Arroyo, padre y abuelo de la actual generación al cargo de este negocio.

Además de dichos documentos, cuentan también con un diploma de primera clase por uno de sus vinos fechado en 1902, así como un cuaderno de 1787 en el que se anotaban los diezmos e impuestos que se habían de abonar al párroco de la villa por los rendimientos del comercio del vino.

Los viñedos en propiedad de esta bodega cuentan con una media de edad en torno al medio siglo, e incluso algunos de ellos se acercan a los 90 años de antigüedad. Allí únicamente se cultiva uva Tinta del país, una de las variedades más populares de la Denominación.

El edificio de la bodega cuenta con un almacén subterráneo construido en el siglo XVI. Allí se ubican las 1.200 barricas de roble en las que envejece el vino, alejado de vibraciones, ruidos y luz que pudiera estropearlo.

En 1998 se construyó un edificio social con salón de recepción, sala de catas y tienda de vinos.