Caruso y Minini

La idea fue muy ambiciosa, ya que se unían la tradición agrícola de la familia Caruso y la experiencia en ventas de Minini. Y la apuesta les ha salido muy bien porque sus vinos llegan a aficionados de más de 30 países de todo el mundo. En este momento, la bodega cuenta con la participación de las dos hijas de Stefano, Giovanna y Rosanna, quienes representan la cuarta generación al frente del negocio familiar. 

El edificio de la bodega es un antiguo “baglio” construido en 1904 en el corazón de la zona tradicional de producción de los vinos de Marsala. El objetivo de la empresa es único e indiscutible: transferir la tradición a la botella, dar a los vinos centenarios de la zona una expresión moderna y mantenerse al día.

Las uvas que dan origen a los vinos de Terre di Giumara crecen en viñedos cultivados de forma totalmente orgánica, lo que les permite elaborar vinos fieles a su tierra.

Giummarella y Cuttaia son los dos viñedos de los que parten las uvas de estos vinos. Son 120 hectáreas que se encuentran en una zona montañosa del interior de la región siciliana de Trapani. Los viñedos se ubican en un grupo de colinas al este de Marsala, en el límite de los municipios de Salemi y Mazara del Vallo, con una altitud máxima de 450 metros sobre el nivel del mar.

Los vinos resultantes son la perfecta combinación de una tierra maravillosa, la experiencia de los que la han cultivado durante generaciones, las mejores vides, el clima y la tierra. En ese singular viñedo se extienden viñas con uvas autóctonas como Grillo, Catarratto, Grecanico, Inzolia, Nero d’Avola y Perricone, junto con otras internacionales como Cabernet sauvignon, Chardonnay, Syrah y Merlot.