Notas Frutales de Albariño

La bodega está considerada la más oriental de las Rías Baixas, y es que se ubica concretamente entre las pequeñas localidades de Creciente y Garabelos (Pontevedra), junto al río Miño y la frontera con Portugal, siendo así la más alejada del Atlántico de toda la D.O.

La persona que está al frente de este proyecto es José Alonso, que aunque nació en Alemania y se crió en Madrid, tiene familia gallega. José pasó sus vacaciones de infancia en Garabelos, y tras estudiar Farmacia actualmente combina su profesión con la elaboración de vinos en Notas Frutales, un proyecto en el que también le acompañan su mujer Teresa y su cuñada Elena, que se dedican completamente a la bodega.

Actualmente la bodega tiene 13 hectáreas en propiedad y otras 4 arrendadas a viticultores de la zona. Son viñedos plantados a entre 200 y 350 metros de altitud ubicados en la margen derecha del río Miño, que cuentan con una media de edad de 25 años, aunque las de la Finca Garabelos superan los 45 años de vida.

Todas las cepas están plantadas en espaldera, lo que les permite una mejor aireación evitando así la concentración de la humedad, al mismo tiempo que se benefician de una mayor superficie foliar expuesta al sol, que conlleva una maduración óptima de la uva. Este tipo de conducción consigue unos rendimientos menores pero con un considerable aumento de la calidad de la uva. 

Por lo que respecta al clima, al tratarse de una zona de interior, los vientos atlánticos llegan aquí atenuados, pero todavía permitiendo a la uva recoger su apreciada salinidad.

Las labores llevadas a cabo en viñedo son manuales, como es propio en una zona donde la mecanización no es habitual en el campo. Todas las fincas se encuentran además en un radio de menos de 3 kilómetros de la bodega, que desde el año 2014 cuenta con un edificio propio, lo que permite que las uvas lleguen en las mejores condiciones de sanidad.

Notas Frutales elabora únicamente dos vinos. La Trucha, cuyo nombre es un homenaje al pez que de pequeño José pescaba junto a su padre y su abuelo en el río Miño; y Finca Garabelos, que lleva por nombre el mismo que el de la casa familiar que siempre ha pertenecido a los antepasados de José.