Pazo de la Cuesta

En el año 2020 emprendió una nueva fase de rehabilitación de instalaciones históricas, modernizando además prácticas en el viñedo y construyendo una nueva bodega con el objetivo de elaborar en ella vinos de alta calidad.

Este compromiso de renovación surgió de don Manuel Bellod Álvarez de Lorenzana, tataranieto de don Manuel y doña Pastoriza, quienes finalizaron la primera fase de rehabilitación del pazo en el año 1869.

Pazo de la Cuesta se ubica en el entorno de Ribas de Sil, en la región de Ribeira Sacra, conocida a nivel mundial por sus paisajes cautivadores y su patrimonio cultural, siendo además parte del Geoparque del Courel, reconocido como Reserva de la Biosfera en el año 2021. 

El entorno cuenta con un clima continental con inviernos frescos y veranos cálidos. Además, las lluvias son generosas especialmente durante la temporada de crecimiento de la vid. Respecto a los suelos, estos incluyen pizarras, esquistos, granitos y arcillas.

La orografía de la Ribeira Sacra, marcada por sus empinadas pendientes y sus viñedos en terrazas a lo largo de las laderas de los cañones de los ríos Miño y Sil, dan también una particularidad especial a estos viñedos, marcados por las diferencias considerables de altitud y por las diferentes exposiciones al sol.

Esta bodega solo elabora vinos de su propia finca. La edad media de sus cepas es de 40 años y conservan dos pequeñas parcelas donde aún se cultivan cepas prefiloxéricas plantadas en el año 1860 con la variedad Garnacha tintorera. 

El viñedo de Pazo de la Cuesta se extiende a lo largo de 14 hectáreas rodeadas de olivos, frutales, pinos, robles y castaños. La finca discurre sobre una suave ladera orientada al norte y noreste y recibe los reflejos del sol proyectado sobre el río Sil, favoreciendo con ello una maduración progresiva y equilibrada. 

Las variedades cultivadas, además de la citada Garnacha tintorera, son la Godello, la Treixadura, la Albariño, la Loureira, la Mencía, la Brancellao, la Sousón, la Merenzao y la Caiño tinto. Uvas que se cultivan siguiendo una intervención mínima en el viñedo y respetando el ecosistema de la fauna y flora local.

La filosofía de elaboración en bodega se centra también en la mínima intervención, permitiendo que la calidad de las uvas se manifiesta de manera auténtica en cada botella. De esta forma, el parque de barricas de Pazo de la Cuesta está compuesto por tonelerías de diferentes orígenes y volúmenes, con renovación parcial de manera periódica y un nivel de tostado medio-bajo con el objetivo de preservar la identidad de cada variedad.