Con estos vinos hemos hecho el camino a la inversa, primero los catamos y luego los estudiamos. En la fase práctica descubrimos unas muestras de barrica plenas y rebosantes de vida, un milagro teniendo en cuenta la añada. [break]
Se recurre cada vez más, por desgracia, al termino desafiante para definir una cosecha. Año tras año vemos cómo cambia el clima y cómo se adelantan las fechas de vendimia. Sólo los grandes elaboradores y las grandes viñas son capaces de capear este oleaje con soltura, gracia y, sobre todo, esfuerzo. Aquí tenemos el ejemplo.
Días después de catar todas las referencias de esta venta a la avanzada nos sorprendimos al leer el informe de la añada 2023, al comprobar la sequía a la que se enfrentaron. Ante esta situación solo tenían dos opciones: conformarse o adaptarse. Aquí teníamos claro que solo les quedaba remangarse y pasar a la acción.
Comentan en dicho informe que la naturaleza del territorio en el que se encuentran es el cambio. Cambio entendido como estado normal: social, económico, agrícola... Por eso tienen que enfocar sus esfuerzos al mejor recurso que tienen: el viñedo.
La sequía a la que se enfrentaron fue tan crítica que emplearon técnicas de irrigación para equilibrar la situación. Por supuesto, de forma muy precisa y en zonas muy bien definidas. A esto se le suma un gran esfuerzo humano para vigilar y trabajar cada cepa de forma minuciosa.
¿El resultado de todo esto? Fruta, equilibrio, vida y mucho disfrute por delante. Comenzando por Gratallops, su referencia más accesible, pudimos comprobar la magia tan especial que transmite esta casa.
Álvaro Palacios, con una filosofía y personalidad enraizada en la espiritualidad, la cultura y la tradición, llega en 1989 a Gratallops y se enamora del paisaje místico del cultivo de la vid.