El Enemigo

Desde las cumbres de los Andes vuelve el proyecto de Alejandro Vigil y Adrianna Catena, creaciones que estamos seguros se convertirán en tus mejores amigos.[break]

Vinos intensos, auténticos, que son capaces de comunicar de forma clara y precisa un terruño único como el de Mendoza. Sus viñedos situados entre 950 y 1470 metros sobre el nivel del mar, son sinónimo de frescura, profundidad y elegancia, características que han llevado a estas etiquetas al Olimpo de los vinos argentinos.

Alejandro Vigil es el director técnico de Catena Zapata. De todo lo que se puede hablar sobre este enólogo, que es mucho, quizás lo más llamativo es que logró para Argentina los dos primeros vinos con 100 puntos Parker.

Su cómplice Adrianna es la hija de Nicolás Catena Zapata, todo un referente del vino argentino y un tipo que es en sí mismo una marca país (distinción que obtuvo en 2017). La menor de los Catena es una historiadora que desde pequeña ha catado con su padre infinidad de vinos, incluyendo por supuesto añadas míticas de los grandes de Burdeos. 

Adrianna exprimió al máximo una oportunidad de oro que no todos los vástagos de las sagas familiares tienen a bien seguir: mejorar, si cabe, lo presente. 

Como un puente emocional, o como un guiño al pasado, de su nariz rescató aromas y recuerdos que en cierta forma unen el Viejo y Nuevo Mundo en este fascinante proyecto firmado por dos mentes creativas entregadas en cuerpo y alma al vino.

En esta selección, que proponemos en Venta Privada, encontramos tintos expresivos y minerales elaborados según métodos tradicionales en fudres centenarios. Pero también hay que destacar los dos blancos monovarietales de Chardonnay y Chenin blanc que encantaron a los críticos, al igual que todos los que los cataron, gracias a su frescura e intensidad aromática. 

Un hombre sabio dijo que «nuestro enemigo es nuestro mayor maestro». Y como buenos discípulos, nos sumamos al culto de estas grandes etiquetas argentinas, capaces de emocionar a todo amante del buen vino.