Descripción

Este vino, que tiene por nombre el de uno de los antepasados de la familia que está al frente del proyecto Domaine de la Madone, es uno de los mejor valorados de la casa por The Wine Advocate, como reflejan sus 92+ puntos Parker. Es un vino con certificado ecológico, ya que procede de un par de hectáreas trabajadas bajo los criterios de la agricultura orgánica. Un vino de cuerpo medio, sabroso, vibrante y muy profundo, marcado por sus taninos masticables. Su concentración hace que sus sabores permanezcan en el paladar durante un tiempo.

Ficha técnica

La bodega
Jean Bererd et Fils
Tipo
Tinto
Añada
2017
Grado
13.0% vol.
Variedad
100% Gamay
Otros formatos disponibles:
Origen
Beaujolais
Certificación
EU Organic Bio

Cata

Vista
Color rubí oscuro.
Nariz
Mucha complejidad, finas bayas negras y aromas florales con un punto especiado como la peonía.
Boca
Muy rico en boca con taninos sedosos, mucha fruta negra y especias al final. La gran concentración hace que los sabores del vino permanezcan en la boca durante más de un minuto.
Temperatura de servicio
16ºC.
Consumo
Óptimo hasta 2035 aproximadamente si se conserva en buenas condiciones.

Viñedo y elaboración

Descripción
Viñedos ubicados en la localidad de Le Perréon, orientados al sur y ubicados a una altitud de entre 300 y 500 metros situados en ladera.
Edad
A partir de 50 años de edad.
Suelo
Mayoritariamente de granito.
Rendimiento
25 hectolitros por hectárea.
Cosecha
Vendimia y selección manual. Se realiza una primera clasificación dentro del viñedo y una segunda en una mesa de clasificación en el sótano.
Vinificación
Se vinifica sin estrujar. Maceración durante 14 días.
Envejecimiento
Crianza de 18 meses en tanques de acero, barrica usada y barrica nueva.
Embotellado
Se realiza tras un proceso de filtración y clarificación.

Opinión de los críticos

The Wine Advocate:

The 2017 Beaujolais-Villages Jean Baptiste Bererd is living up to its promising showing last year, unwinding in the glass with aromas of raspberries, cherries, mulberries and rose petal, offering only hints of the savory complexity to come with bottle age. On the palate, it's medium to full-bodied, satiny and layered, with impressive concentration, lively acids and powdery structuring tannins. Displaying a bit more cut and reserve, it will be a longer-distance runner than the more immediate, fleshy 2018 rendition.