Tandem

Desde el año 2001 trabajaron en el proyecto hasta que encontraron la zona, los viñedos y el terreno en el que construir la bodega. Dieron forma al edificio junto con unos arquitectos y trazaron su filosofía de trabajo junto al bodeguero José Ángel Roldán, tercera pata de este proyecto.

En ese proceso tuvieron también la suerte de conocer a Pedro Jesús Lizarraga y a su hijo Ángel, sus actuales socios viticultores. Entre todos se plantearon como valores de su proyecto la honestidad, el afán de superación y el disfrute enriqueciéndose personalmente con su trabajo, que no es otra cosa que aquello que habían aspirado a hacer desde siempre.

Sus 22 hectáreas de viñedo en el Valle de Yerri dan la solidez necesaria al concepto de calidad de Tandem. Estas 22 hectáreas están repartidas a partes iguales entre Tempranillo, Cabernet sauvignon y Merlot. Su edad media es de unos 20 años y está gestionado y trabajado de manera ejemplar. 

La combinación de un suelo franco arcilloso, de un favorable microclima dentro de un clima continental severo, de una buena pluviometría y de una altitud de 600 metros, permite que obtengan una fruta muy sana en todas las posibilidades climáticas. Por su parte, la viña no tiene irrigación, de esta forma consiguen una expresión mayor del terruño.

La filosofía es simple: para hacer grandes vinos se necesita obtener la mejor uva posible. Concentran de esta forma sus esfuerzos durante todo el año en la viña. Pedro y Angel trabajan personalmente el viñedo con la supervisión de Alicia y no escatiman ningún esfuerzo para intentar conseguir lo mejor de cada año. La poda o la conducción de las cepas son puntos diferenciadores de Tandem en el trabajo de campo.

Durante los meses de septiembre y octubre realizan un continuo muestreo para analizar la uva de cada parcela en la búsqueda del momento óptimo de maduración. Además de los controles analíticos, se basan en la cata de la uva para tomar decisiones sobre el comienzo de la vendimia.

Ya en bodega, una de las particularidades de Tandem es que la elaboración de sus vinos se realiza enteramente por gravedad, evitando al máximo la mecanización y el bombeo. Para ello cuentan con un edificio modernista de líneas muy limpias, parcialmente enterrado e integrado en un entorno de gran belleza natural rodeado de un bosque de robles, viñas y campos de cereal.