Benito Santos

Esta ubicación es la misma desde hace 100 años, con una modificación y modernización que tuvo lugar el año 2002 que le permite hoy en día producir más de 300.000 botellas, todas elaboradas bajo la filosofía de que el vino se hace en el viñedo, no en la bodega.

Viticultura

Esta bodega cuenta con 12 hectáreas de viñedo propio (20 hectáreas en total sumando los viñedos de viticultores de confianza con los que trabaja). Dos de estos viñedos propios están protegidos por iglesias románicas y el otro es el mítico viñedo de Xoan, el original de Benito Santos, aunque la bodega está actualmente en proceso de adquisición de nuevos viñedos. El viñedo Igrexario de Saiar es uno de los más extensos y se encuentra en la parroquia de Caldas de Reis, al igual que el viñedo Igrexario de Bemil. Por último, el citado viñedo de Xoan es el más pequeño, con una superficie de solo 0,55 hectáreas, ejemplifica muy bien el carácter minifundista propio de esta región.

La mayoría de los viñedos tienen una edad entre los 60 y los 80 años y la densidad de la plantación es muy baja, de 500 plantas por hectárea. El sistema de poda utilizado es el clásico en el viñedo de Xoan y en los viñedos de Saiar y Bemil se utiliza guyot purgaras y barras. En primavera se lleva a cabo la primera poda en verde y la vendimia suele comenzar a principios del otoño.

Vinificación

Benito Santos elabora un total de 8 vinos, 6 de ellos en las Rías Baixas creados solo con variedad autóctona Albariño. Todos realizan en un primer momento un presado en prensa neumática, donde las uvas de cada viñedo se trabajan por separado. Posteriormente se hace el desfangado, cuyo objetivo es el de conseguir un mosto libre de materias sólidas. Una vez desfangado, el mosto limpio pasa a cubas de acero inoxidable donde realiza la fermentación alcohólica durante aproximadamente 25 días. Estas fermentaciones se realizan a una temperatura constante de 17,3ºC para potenciar sus aromas. Tras un paso por lías en los mismos depósitos de inox, se lleva a cabo la estabilización y los filtrados para pasar al embotellado, tras el cual los vinos permanecen de media unos 45 días en reposo antes de salir al mercado.