En Cumières, a tan solo 2 kilómetros de la abadía de Hautvillers, donde vivió el monje Dom Pérignon, se encuentra esta querida casa, siempre fiel a la filosofía clásica de la región.
La pasión por el vino, por el terruño y por este paraíso llamado Champagne, llevó a Pierre Bertrand a crear en 1946 un espumoso respetando al máximo la tradición de la AOC. En poco tiempo, fue definido por muchos como magnífico y su colección de referencias empezó a crecer.
La clave de esta selección se encuentra en el terruño privilegiado de Hautvillers, Mardeuil, Damery y Cumières. Estos viñedos se encuentran entre la meseta de la Montagne de Reims y la orilla derecha del Marne. En esta zona, los suelos de caliza y el clima continental de Champagne dan vida a uvas equilibradas, con una óptima acidez y con concentración aromática.
En la bodega los coupage se crean de forma precisa y cuidada. Hoy, esta casa engloba desde clásicos en ensamblajes de Chardonnay, Pinot noir y Meunier, hasta blanc de blancs, blanc de noirs y rosés refinados, elegantes y frescos.