François d'Allaines

Tras formarse en el mundo de la hostelería y posteriormente en el Lycée Viticole de Beaune, François trabajó durante 3 años en una bodega de Beaune especializada en vinificar los vinos de su propiedad. Con ese conocimiento, en 1990 fundó su propia empresa para comprar y vender vinos que él mismo seleccionaba, y en 1996 fundó su bodega personal vinificando uvas nacidas en viñedos propios y arrendados.

Actualmente François d’Allaines cuenta con los medios necesarios para vinificar vinos procedentes de los mejores terruños de Côte de Beaune, Côte Châlonnaise y Mâconnais, algo que realiza en su bodega situada en una finca de Demigny.

Además de vinificar su propia uva, esta casa también trabaja con uva o mosto comprado a viticultores de confianza, con los que elaboran tanto vinos blancos como tintos no solo de algunas de las regiones más famosas de Borgoña, sino también de otras menos conocidas, motivo por el que ha sido reconocido por críticos de referencia como Michel Bettane.

Los vinos de François d’Allaines se caracterizan por ser muy sabrosos y con gran potencial para ser disfrutados sin grandes comidas de por medio, ya que conjugan bien el carácter frutal con el frescor en nariz y la delicadeza y profundidad en boca, siempre con el objetivo de que el terruño de la Borgoña se exprese con la mayor plenitud.

Otra de las obsesiones de François d’Allaines es conseguir vinos de gama alta con muy buena relación calidad/precio. Por ello dos terceras partes de su producción se venden fuera de Francia, en países como Gran Bretaña, Japón, Islandia, Holanda, Luxemburgo, Hong Kong, Shanghai, Dinamarca, Bélgica o Irlanda.